Ruinas...,
pulpa sin jugo en la morada
cuando abandonas y la dejas vacía,
ventanales hechos añicos,
deforme sinfonía cuando los pedazos
siembran el suelo y las flores no germinan,
tiestos solitarios con grava
y con lágrima vieja ya no orquestan melodía
ni dan euforia a la vida.
En un rincón te quedas pensativa
con pánico a respirar y salir a la vía
no sea que entre la muchedumbre
percibas un nuevo aliciente.
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Atraviesas la plaza
tan decidida que asustas a las palomas
que no quieren sufrir el atropello
de tus tacones de aguja.
Yo sigo en el banco al sol comiendo pipas,
cebando a la fauna urbana
con lo que me sobra,
no hay informativo que interrumpa
con imágenes grotescas
de lo que sucede en el otro hemisferio
con los niños pobres y las moscas.
*****
No saca su cabecita la tortuga,
tiene miedo del furtivo
y quiere soñar, pausada, en su casa,
al abrigo del buen fuego de leños de encina
con las costas cálidas de tus senos,
con una arena tan blanquecina
que no sea pisada por más hombre,
y levanta los párpados de vez en cuando
mirando si alguien capa la añoranza
a golpe de caricia en su cáscara menuda,
sólo el recuerdo endulza el ambiente,
un escalofrío recorre su nuca.
*****
La pena, ese objeto de culto
que todos hemos guardado, oculto
cuándo entre humo sonreímos, cupo
que no se llena con los días, culpo
a tus besos de que yazca bajo lápidas frías.
Remolino de agua que se lleva la aflicción
son tus caricias si sirven el miedo como guarnición,
no quedan grageas del pasado
tus elegantes zapatos lo han pisado, culpo
a tu sonrisa de que me sienta mitigado.
Nebulosas no vigilan mis pasos
por tu sendero sin antorchas,
bordes y decididas huellas
se afianzan entre tus pórticos compungidos, culpo
a todo tu ser de enaltecer mis oídos.
¡Señor juez ya no hay más pruebas!
Procedamos a deshumanizar las penas
hurgando en la bolsa de dolor que salió de sus venas.
¡Estimado fiscal yo decidiré si el verso está concluso!
Siga un buen rato asestando las razones
para concluir si las penas crean sumisión en las emociones.
No hay más cuestiones
que cerquen la penitencia,
brota si el amor no florece,
sino hunde la raíz y el agua la enternece, es culpable
señoría, con esa mirada, de traerme la alegría.
*****
DE VIA DEFLECTERE
Alma que permaneces sólida
el cuerpo es sólo parte del viaje,
caes en libertad cuando yace
para seguir de nuevo tu marcha.
Denso equipaje en tu superficie etérea,
colmado de anhelos, recuerdos,
se esfumaron ya los deseos
de una vida longeva, pausada.
Levitas por rincones conocidos,
ojos ajenos no recorren tu estampa,
es utopía dibujarte una caricia
para despertar sentimientos perdidos.
